Las 4 "Pes''
PADRE POETA
Las 4 “Pes”
1. Paternidad Responsable
La más grande de las 4 “Pes”.
El Padre Poeta cría una o más vidas en alianza sabrosa con una mujer amada. Ver las nuevas pequeñas vidas florecer, progresar y actuar en este mundo enigmático y potencialmente alegre.
Dar siempre el ejemplo. Hacer ejemplo. Hacer que la vida dé resultado… A los ojos de los niños, ellos algún día mirarán hacia atrás… Ejercitar el ejercicio del sacrificio sano de la permuta de opciones personales de vida para energizar, de manera proficua y operativa, las opciones y necesidades de los niños.
Hablar de los animales, de Peter Pan, Blancanieves, del fútbol y de la música… de la moda –, y también de los enigmas de la vida y de la muerte. Insertar en aquellas minúsculas vidas el gusto por la poesía – como herramienta de vida.
Crear la vida. Girar la rueda de la vida… Agarrar la vida con todas las fuerzas y lanzarla en la catapulta fulgurante de la salud, de la honestidad y de la alegría. En cuanto a la alegría, para decir como predicaba Nietzsche, el filósofo: “Baile siempre. El día en que usted no baile es un día perdido”.
Ser proactivo. Ser un Padre Poeta. Pacífico, Padre, hacedor de Pan –, Poeta.
Padre Poeta con “Pe” mayúscula.
2. Pacifismo
El Padre Poeta cree en la poesía como herramienta de transformación personal y social. La belleza de la vida aparece en la poesía. Los personajes de los textos poéticos se hacen amigos, ejemplos de vida y confidentes del Padre Poeta. El pacifismo según el Padre es mirar el conflicto en un prisma existencial asimétrico, en el sentido de siempre frenar la posible acción violenta. “Dejar la respuesta para el día siguiente”, pues así ella podrá olvidar el camino de regreso y jamás concretizarse.
Usar la palabra como arma de defensa. Escuchar más que hablar. Usar el principio del Budismo: “Quizás actualmente ningún ser vivo necesite sufrir”.
Soportar el sufrimiento objetivando su administración en el sentido de la perpetuación de la vida y no de la ejecución de la muerte súbita o programada de un ser vivo.
Ser pacifista no significa ser débil. Significa usar la mente, y no la fuerza física. Resolver conflictos pensando también en la mejora del mundo en su entorno. Pensar en el Planeta Tierra y en sus habitantes.
¡Pacifismo no significa debilidad! Significa predisposición a escuchar, despertar las mentes sofocadas por el estrés diario, discutir ideas y condenar cualquier tipo de violencia personal, individual o colectiva.
Padre Poeta, la poesía – su herramienta más grande – es pacífica y, por ello, el mundo la desea.
3. Poesía
La poesía es la música tocada en palabras. Las combinaciones de versos en estrofas, estrofas que en la sucesión y en una creciente – como en una sinfonía – conllevan a un éxtasis en la mente que lee con atención el texto poético y, así como en una marea oceánica, tiene la mente transportada a un Universo de sentimientos gratificantes. El texto poético nos transporta a nuestro propio interior escondido, con la llave mágica, y nos lleva, de esa forma, en un aluvión de emociones, que culminan en la absorción de ideas y composición multiforme de representaciones inconscientes en el sentido de ejercitar aquellas emociones. La poesía es el alimento del alma y, así como el alimento físico fortalece el cuerpo óseo y muscular, la poesía activa la “musculatura” cerebral, provocando su crecimiento, llevando al ejercicio de la acumulación de experiencias sensoriales de los poetas, lanzándolas en nuestro propio mundo, ahora transmutado en una avalancha de creaciones originales y comportamientos positivos.
Padre Poeta. Poeta y Padre. Usa siempre la poesía como herramienta. Construye… Construye siempre… ¡Erige un edificio de buenas conductas, un viaje interminable en la gloria benéfica de la consolidación de una vida positiva y bella!
4. Pan
El Padre Poeta es panadero de profesión. Un panadero que hace pan y poesía. Los padres poetas de Brasilia, por él elegidos, son panaderos amadores o profesionales y poetas diligentes…
El pan tiene conexión con el surgimiento de la civilización. El hombre en el comienzo de la historia descubre que la masa de trigo y agua puede ser ingerida y, y… ¡Alimenta!
Más adelante en el tiempo, él observó que un hongo, llamado saccharomyces cerevisiae, una levadura, puede digerir el almidón dividiéndolo en anhídrido carbónico y alcohol, haciendo crecer la masa de trigo. Cuando sometido al calor, estos compuestos son liberados y el pan se hace más poroso y más digerible.
Solamente en la Grecia Antigua fueron catalogados 70 tipos de panes. Los egipcios, hace 2.500 años, ya dominaban la confección de panes y tortas.
En la Edad Media el pan era hecho en casa y recibía sobre él una cruz de masa, acompañado de un rezo y pedido para que quedara bueno.
Con el surgimiento de las modernas panaderías los panaderos han dispensado la cruz y el rezo, pasando a confiar en la tecnología.
En la actual Francia, se puede clasificar una mesa por la calidad de su pan.
La baguette francesa es uno de los símbolos del país. Fue creada en 1840 y mide 80 centímetros de largo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas coman 50 kilogramos de pan por año. El país que más consume pan es Marruecos, con 100 kilogramos por persona por año.
Existen muchos tipos de pan y podemos enumerar:
- Pan árabe
- Pan ázimo
- Pan de molde
- Pan francés
- Pan tradicional portugués
- Pan de mezcla
- Pan de corazón
- Pan de uva
- Pan de patata
- Pan de mandioca
- Pan integral
- Pan de almidón
- Pan de centeno
De esa manera, el pan es uno de los motores de la vida, de la existencia en sociedad y una de las herramientas que han estabilizado al hombre, sacándolo del nomadismo y posibilitando asimismo que una base cultural y tecnológica surgiera, permitiendo una oferta de un alimento noble y siempre disponible.
El pan alimenta la vida física.
La poesía alimenta la vida intelectual y emocional.
El sabor del pan sabroso excita la mente. El sonido de los versos poéticos hace la vida intelectual más sabrosa y, por lo tanto, provechosa.
Gracias, Padre Poeta. Gracias por su capacidad de producir el pan. Gracias también por la armonía de sus poesías. ¡Gracias, la vida agradece!